La tragedia que marcó su infancia
Terry McCarty tenía solo seis años cuando su vida cambió para siempre. Mientras jugaba con sus hermanos en Hawthorne, Nevada, un recipiente con queroseno se incendió accidentalmente y el líquido en llamas cayó sobre él, envolviéndolo en fuego. El accidente le provocó quemaduras de tercer grado en el 70 % de su cuerpo, dejándole cicatrices permanentes y obligándolo a someterse a un largo proceso de recuperación que incluyó 58 operaciones quirúrgicas y un coma inducido de dos meses.
Una recuperación larga, dolorosa y llena de valentía
Tras el accidente, Terry fue trasladado al Hospital Shriners de Galveston, Texas, donde permaneció hospitalizado durante más de un año. Los médicos tuvieron que inducirle un coma durante dos meses mientras se realizaban múltiples injertos de piel y cirugías reconstructivas. El proceso fue extremadamente doloroso: Terry recuerda los desbridamientos para retirar el tejido quemado y las constantes intervenciones médicas como algo aterrador.
Cuando finalmente regresó a la escuela a los ocho años, tuvo que enfrentar el acoso de compañeros que lo llamaban “monstruo” o “Freddy Krueger” por las cicatrices en su rostro y cuerpo. Sin embargo, el amor y apoyo incondicional de su familia especialmente de sus hermanos Ryan y Jason lo ayudaron a sobrellevar los años más difíciles y a recuperar poco a poco su confianza.
El momento en que decidió enfrentarse al fuego
A pesar de las secuelas físicas y emocionales, Terry McCarty se propuso vencer su miedo más profundo: el fuego. En octubre de 2011 presentó su solicitud para ingresar al servicio de bomberos en Washington, decidido a demostrar que sus cicatrices no lo definían.
Su solicitud fue aceptada en abril de 2012 y comenzó un exigente entrenamiento de 12 semanas. Durante uno de los ejercicios más duros, tuvo que enfrentarse a un incendio real controlado con propano. Al ver las llamas salir del techo, revivió los recuerdos de su infancia, pero en lugar de huir, se mantuvo firme.
Más tarde recordaría: “El miedo me invadió, igual que el día del accidente. Me sentí como si tuviera seis años otra vez. Pero en ese momento entendí que el fuego ya no me controlaba. ¿Por qué debería dejar que el miedo se apoderara de mi vida?”
En julio de 2012 completó con éxito su formación, ganándose la admiración de sus compañeros y el respeto del público. Su historia pronto se convirtió en un símbolo de coraje y superación dentro del cuerpo de bomberos.
De bombero a mentor: ayudando a otros niños quemados
Tras dos años de servicio como bombero, Terry McCarty decidió dar un nuevo rumbo a su vida profesional. Su experiencia personal y su deseo de apoyar a otros lo llevaron a unirse a la Burned Children Recovery Foundation, una organización con sede en Camp Phoenix, Bellingham (Washington) que brinda apoyo físico y emocional a niños que han sufrido quemaduras graves.
“El fuego me robó mi infancia, pero quería darles a estos niños la oportunidad de experimentar lo que es ser un niño, aunque fuera por poco tiempo”, expresó en una entrevista.
En Camp Phoenix trabaja acompañando a menores durante su proceso de recuperación, enseñándoles a reconstruir su autoestima y a enfrentar las miradas ajenas con orgullo. Su historia inspira tanto a los niños como a sus familias, que ven en él la prueba viviente de que es posible volver a empezar después del dolor.
Un nuevo propósito: crear una fundación para sobrevivientes de quemaduras
Actualmente, Terry McCarty reside en Bellingham, Washington, donde trabaja en la creación de su propia fundación destinada a financiar programas de apoyo para niños y adultos que han sobrevivido a quemaduras. Su objetivo es recaudar fondos para organizaciones que ofrezcan experiencias de recuperación, terapias y espacios de integración social.
Según ha comentado en entrevistas, su fundación buscará unir a bomberos, médicos, psicólogos y voluntarios en una red de ayuda integral. “Nunca antes se había hecho un programa como este. Va a requerir mucho trabajo, pero poder apoyar a personas que sufrieron como yo hará que todo valga la pena”, afirma.
Aunque no tiene planes inmediatos de volver al cuerpo de bomberos, Terry continúa dando charlas motivacionales y compartiendo su historia en redes sociales para inspirar a otros sobrevivientes a no rendirse.
Fuente: FireRescue1.com
